La gestión emocional es el conjunto de procesos psicológicos que nos permiten identificar y modular nuestras emociones. No se trata de controlar totalmente nuestras emociones, dado que esto sería imposible: nuestra faceta emocional va muy por delante de nuestra consciencia y de nuestros actos voluntarios, así que solo podemos influir en ellas parcialmente.
- Sirve para evitar enfrentamientos innecesarios: Acercarnos a los choques de intereses desde una mentalidad constructiva y asertiva es posible porque no nos dejamos llevar por las ganas de “ganar” las discusiones en todos los con-textos.
- Nos ayuda a empatizar: Nos ayuda a ser más sensibles a los matices de los estados emocionales que vemos en el otro.
- Nos ayuda a aprender de los errores: Nos permite acercarnos a los recuerdos desde una perspectiva basada en la aceptación de nuestras imperfecciones.
- Nos ayuda a expresar cómo nos sentimos: Si somos buenos identificando emociones y distinguiéndolas las unas de las otras, es más probable que tam-bién lo seamos a la hora de expresarlas y plasmarlas en palabras y acciones.
