EL PÁJARO Y LA HABITACIÓN
Un día, un pájaro azul entra en tu habitación por la ventana y se queda atrapado.
El pájaro no sólo es exótico sino que, además, te hace sentir una gran ternura y deci-des prepararle una jaula para que se quede en su nuevo hogar.
Pero, cosa extraña, a la mañana siguiente el pájaro azul ¡se ha vuelto amarillo!
Este pájaro tan especial cambia otra vez de color la noche siguiente y por la mañana es rojo. El cuarto día, se vuelve negro. ¿De qué color es el pájaro el quinto día?
Se puede elegir entre:
1- El pájaro no cambia de color, sigue siendo negro
2- El pájaro se vuelve otra vez azul
3- El pájaro se vuelve blanco
4- El pájaro se vuelve dorado
RESPUESTAS:
1- Tienes una visión pesimista de la existencia. ¿Tiendes a pensar que cuando algo va mal no hay nada que pueda mejorar las cosas? Quizá es útil que te diga que si la situación en la que te encuentras es dramática, no podrá empeorar mucho. No sirve de nada anticipar desgracias que no han ocurrido y lo más probable es que no lleguen a suceder porque sólo sirven para hacerte sufrir innecesariamente.
2- Eres un optimista pragmático; piensas que la vida es una mezcla de bien y mal, y que no sirve de nada luchar contra la realidad. Aceptas la adversidad sin perder la calma y dejas que las cosas sigan su curso sin padecer demasiado estrés o inquietud.
Esta forma de ver el mundo te permite navegar sobre las olas de la adversidad sin ver-te arrastrado por la marejada.
3- Eres una persona tranquila que sabe tomar decisiones cuando te encuentras bajo presión. No pierdes el tiempo inquietándote o no sabiendo qué decidir, incluso cuan-do se produce una situación de crisis. Si el problema se vuelve muy difícil consideras que es mejor hacer como el fuego: tomar otro camino para alcanzar tu objetivo en lugar de dejarte llevar por una tristeza inútil. Adelantarse de esta forma significa que las cosas parecen ir a tu favor de forma natural.
4- Puede describírsete como una persona sin miedo. No sabes lo que significa la palabra «presión»; para ti cualquier crisis es una oportunidad. Puedes hacer tuyas las palabras de Napoleón: «Imposible no es una palabra francesa». Pero ten cuidado
de que esta confianza sin límites no te lleve a la perdición; confías demasiado
en tus propias posibilidades y deberías ser más realista. La línea que separa
la valentía de la temeridad es extraordinariamente delgada.